Charla ficticia con el autor Nicholas Burbules dando su punto
de vista sobre alguna temática que en particular nos interpele a partir de nuestro trabajo diario.
Marcelo: Buenos
días profesor. Teniendo en cuenta los acontecimientos actuales. ¿Cómo observa la
reacción de las autoridades educativas teniendo en cuenta la “emergencia
sanitaria” que obligó al cierre de establecimientos educativos y la posibilidad
de implementar las Nuevas Tecnologías para la continuidad del ciclo lectivo?
Burbules: Buenos
días; en principio no conozco en detalle las acciones llevadas a cabo
tendientes a la continuidad del ciclo lectivo en Argentina, pero podemos
definir algunas cuestiones centrales que tienen que ver con el impacto de las
TIC en la educación y en la vida cotidiana de docentes y estudiantes. La primera
de ellas es que en este principio del siglo XXI podemos definir que el
desarrollo de lo que conocemos como “aprendizaje ubicuo” redefine el rol
central de la escuela, ya que se puede apreciar en los acontecimientos diarios
que la escuela dejó de ser el único y principal lugar en el que hay aprendizajes,
dejando de ser el dueño monopólico o custodio central del conocimiento. Sí
podemos identificar el nuevo rol que adquirieron los profesores y las profesoras
en cuanto a que deben profundizar su rol de guía en la adquisición de nuevos
conocimientos.
El segundo aspecto a tener en cuenta y no por ello deja de
ser menor es la cantidad de hogares que cuenta con real conexión a Internet para
poder sobrellevar y llegar a buen puerto con la educación a distancia que se
quiere implementar. No es lo mismo un hogar en Ciudad autónoma de Buenos Aires
que en el interior de Corrientes.
La tercer cuestión que debemos analizar tiene que ver con el
material humano. Cuando me refiero a material humano tiene que ver con la competencia
digital de los docentes, quienes demuestran ser muy profesionales en la
educación presencial, pero ¿podemos trasladar esto a la educación a distancia? Y
ahí debemos detenernos y analizar si hemos avanzado lo suficiente maestros
sobre las implicancias de las TIC en el proceso educativo, En muchos casos
todavía continúa la relación en la cual los estudiantes conocen más sobre los
nuevos adelantos que los docentes y tal vez no avanzamos lo suficiente en una
relación mucho más colaborativa entre estudiantes y docentes, lo que permitiría
que estudiantes con mayor conocimiento en tecnología se conviertan en ayudantes
de la materia que dicte el docente a cargo.
Entonces vuelvo sobre lo
que expresé hace aproximadamente diez años: “esa
naturaleza de rápido crecimiento que tiene el conocimiento en muchos campos
significa que las escuelas y los docentes nunca van a poder darles a los
estudiantes todo lo que necesitan saber y estar preparados para hacer
exitosamente a lo largo de su vida profesional y personal. Lo que permanece a
lo largo del tiempo no son los hechos específicos, sino los “cómo hacer”:
competencias, capacidades y actitudes que habiliten aprendizajes y desarrollos
futuros a medida que el conocimiento cambia.”
Marcelo: Entonces, para usted no se avanzó lo suficiente como para
que el modelo de enseñanza-aprendizaje no presencial tenga el éxito esperado en
el transcurso de esta “emergencia sanitaria”
Burbules: Lo
que quiero significar es que esta es una excelente oportunidad para avanzar en
los aspectos que aún no se modificó lo suficiente, también podemos analizar
dónde están las falencias, y errores para ir perfeccionándolos, mejorándolos.
Podemos identificar las competencias digitales que necesitan los docentes y
actuar en consecuencia, diseñando modelos de capacitación que mejoren la
formación de nuestros profesionales educadores. Se pueden mejorar las condiciones
de infraestructura de los establecimientos escolares en cuanto a la
conectividad, analizar los diseños curriculares y mejorarlos, explorar la
posibilidad de incluir smartphones en el desarrollo de las clases, etc.. Siempre
en toda crisis nace una buena oportunidad de análisis e investigación de las
condiciones que podemos mejorar y esta puede ser una de esas ocasiones.
Marcelo:
muchas gracias profesor.